Este espacio les ofrece a los visitantes un ambiente de total contacto con la naturaleza; así como excursiones por el Sendero de la Nube en la cima de la Loma Quita Espuela, por “La ruta del cacao”, y al montecito de Don Sorón.

TEXTO: YUBELKYS MEJÍA /FOTOS: CARLOS BRITO

San Francisco de Macorís. El sonido de los cocuyos, los grillos y alguna luciérnaga que entra apresurada a la habitación de madera serán su única compañía en las noches de Rancho Don Lulú.

Los ambientes son tìpicos de un rancho del Cibao y cálidos

Tal vez, a lo lejos, podrá escuchar también la cascada del río Cadillar que pasa cerca del rancho y que fue represado para hacer una tina que disfrutan los huéspedes y puede que escuche por un rato los ladridos de Tonqui, que intenta unirse al concierto natural que pasa en la tranquilidad de la noche, que por cierto es muy fresca.

Luis Amarante junto a sus hermanos ofrece un calido servicio en Rancho don Lulú.
Quienes visitan el Rancho Don Lulú tienen la oportunidad de conocer el proceso de hacer chocolate y recorrer el Sendero del Cacao.

Luis Amarante, uno de los ocho hijos de los fundadores, y hoy gerente del Rancho Don Lulú, narra con emoción cómo comenzó todo. Cuenta que este espacio nació como una parada para tomar agua y descansar luego de bajar de la Loma Quita Espuela acompañado por un guía, que además era uno de sus hermanos.

“Rancho Don Lulú es una iniciativa de turismo rural comunitario que surgió junto con la reserva científica Loma Quita Espuela, donde los visitantes empezaron a subir al lugar para hacer ecoturismo y con fines educativos científicos”.

Afirma que además surgió “gracias a un hermano nuestro que fue uno de los primeros guías de esta reserva natural. Él se dio cuenta de que al finalizar la visita guiada, las personas no tenían un lugar donde descansar, comer algo o recrearse. De ahí surgió la idea de crear un espacio donde las personas puedan encontrar algunos de esos servicios”.

Al fallecer su hermano, don Luis asumió la gerencia del Rancho junto con la Asociación Ecoturística Solenodonte, que funge como entidad ambiental en la creación y formulación de proyectos para proteger el medio ambiente.

“Construimos los espacios de alojamiento; inicialmente fueron ocho habitaciones, y hoy día estamos en la fase de construcción de tres habitaciones más, las cuales tendrán capacidad para recibir grupos familiares de 37 personas, a quienes se les ofertará un paquete de hospedaje con alojamiento, desayuno, comida y cena”, agregó.

“Actualmente, este es un espacio que acoge a las familias que optan por disfrutar de la quietud y la magia del campo. Cuando bajaban la loma con sed, mis padres solían ofrecerles algo para tomar o comer. Poco a poco, la parada se convirtió en un lugar donde también podían descansar y dormir”, apuntó Amarante.

Olor a cacao

Los ambientes del Rancho son tìpicos de un rancho del Cibao y cálidos.

Al llegar al rancho, el olor del cacao invadirá su olfato y le invitará a desconectarse de lo cotidiano; a olvidar la tecnología y vivir ese momento al pie de la montaña.

Así es como nos sentimos al pisar este lugar que irradia paz y, donde recibimos la compañía de doña Ana y Celeste Amarante, quienes desde la cocina hacen ricos manjares. También recibimos la cálida sonrisa de Estefany y Eloisa y el buen servicio y atenciones de Juan Andrés y Enmanuel, que se unen a ellas.

Excursiones

“El montecito de don Sorón” es una excursión con dos horas y media, pensada para las familias con niños, a quienes se les dificultad subir a la cima. Desde ahí se puede apreciar una hermosa vista del bosque y la biodiversidad de la zona.

Desde el rancho también se ofrece hacer “La ruta del cacao”, en la cual a los visitantes se les muestra la plantación de cacao, los diferentes procesos de corte, crecimiento, producción, las variedades de este fruto, el proceso de la conversión del cacao a chocolate, y concluye con la degustación de un rico chocolate.

Además, desde Rancho Don Lulú organizan las excursiones por “El sendero de las nubes” en la cima de la Loma Quita Espuela. En esta excursión, de cinco horas de duración, los excursionistas aprecian la biodiversidad de flora y la fauna endémicas de la zona. Asimismo, desde la cúspide de la montaña pueden disfrutar de una hermosa vista del Valle del Cibao y de la costa del Atlántico.

Rancho Don Lulú, ubicado en El Cadillar, entrando a la Loma Quita Espuela, carretera Guazúma la Bajada, en San Francisco de Macorís, tiene a la venta algunos derivados de cacaotales, tales como chocolate, cacao caramelizado en miel, licor de cacao, vino de cacao café, entre otros frutos, y algunas artesanías elaboradas con productos locales.

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