¿Pensaste alguna vez que ibas a aprender a hacer tantas cosas desde casa? Verdaderamente, esta pandemia, que nos ha tomado por sorpresa, nos ha enseñado muchas cosas, entre ellas la cultura del DIY (Do it Yourself, o hazlo tú mismo en español). Aunque la cultura del DIY siempre ha existido, se volvió muy popular en los Estados Unidos después de los años 80. En Nueva York, la ciudad en donde vivo, parecía ser solo para amateurs o para aquellas personas que disfrutaban hacer cosas con sus manos, ya que en esta urbe la cultura predominante es la de consumir productos y servicios para hacer las cosas con más rapidez.
¡Hasta que llegó la pandemia del COVID-19! Ahora nos hemos visto forzados a aprender a hacer varias cosas desde casa, en vista de que la mayoría de los negocios, como salones de belleza, restaurantes, gimnasios, clubs y demás se vieron obligados a cerrar.
En esta pandemia, para mí el “DIY Lifestyle” se ha convertido no solo en una necesidad, sino también en una distracción, y estoy segura de que muchos pueden sentirse identificados. Para aquellos que, como yo, todavía están trabajando, estudiando y teniendo su día a día desde casa, quisiera motivarlos a explorar más a fondo la cultura DIY para aprovechar su tiempo en casa y sobre todo pasarlo de manera agradable.
El primer reto DIY que exploré en esta cuarentena fue el de ejercitarme en casa. Estoy acostumbrada a ir al gimnasio, y cuando me vi atrapada en casa tenía que buscar la manera de ejercitarme y evitar caer en sobrepeso. Sorpresivamente, descubrí que existen diversas aplicaciones que ofrecen planes de ejercicios con un entrenador que te guíe paso por paso, sin la necesidad de usar equipo.

La aplicación que uso se llama Beachbody On Demand, y cuenta con cientos de programas de ejercicios que van de una semana hasta tres meses. Solo tienes que encender el televisor y seguir al instructor.
Sé que puede sonar cliché, pero funciona. A través de estas aplicaciones el ejercicio se convirtió en mi desahogo, de tal manera que ahora amo el hábito de hacer ejercicios a diario. Contrario a lo que pensaba, el estar en casa me ha hecho tener una vida más activa físicamente, ya que anteriormente se me hacía tan pesado ir al gimnasio todos los días, terminaba yendo solo 2 o 3 días. Y sí, desde casa he perdido unas cuantas libritas que me sobraban.

Otra actividad DIY que descubrí en este confinamiento ha sido en el área de belleza, en particular el arreglo de mis uñas. Este fue el más difícil de aprender, pero —sin duda alguna— el que me ha ahorrado más dinero. Descubrí que en Amazon puedes adquirir productos que son específicamente para usar en casa, solo tienes que buscar que diga DIY en la descripción del artículo y que los comentarios de otras personas especifiquen que el producto es fácil de usar en casa.
Empecé comprando productos básicos para pintar mis uñas y, poco a poco, fui adquiriendo otros y ganando más experiencia. Ahora no solo me pinto mis uñas, sino que también he aprendido a usar productos más sofisticados, como color en gel y color en polvo; hasta he estado pensando utilizar la lima eléctrica.
Les cuento que de esta misma forma he aprendido a arreglar mi cabello y hacer muchas otras rutinas de belleza para las que necesitaba ir a un salón, para lo que no siempre tenía tiempo (debía hacer una programación en mi ocupada agenda) en esta ciudad tan ajetreada. En cambio, ahora, honestamente, no creo que vuelva a un salón de belleza por mucho tiempo.
Finalmente, también quiero hablarles un poco de los DIY en la cocina. Aunque no soy de las que comían mucho fuera de casa, a veces siento esos antojos de postres o comida rápida, y me ha tocado hacerlos.
El invento milagroso que me ha ayudado mucho es la AirFryer, (la freidora en aire, en español), que también adquirí por Amazon. Allí puedes hacer saludablemente hamburguesas, papas fritas, pollo frito y demás, sin ninguna grasa. Lo mejor es que cocinas las cosas en mucho menos tiempo que en un horno casero y, si estás ocupado con el trabajo o estudios en casa, solamente necesitas poner tus alimentos allí y ella te los cocina solita, ¡ah! y es eléctrica, no gastas gas.

Por el lado de los postres, me he apoyado mucho en la harina de almendra, la stevia orgánica, y la leche de avena; con estos productos puedes hacer postres saludables desde casa.
Definitivamente —y tal vez involuntariamente— esta pandemia nos ha enseñado a depender menos de fuentes secundarias para hacer nuestros quehaceres. La cultura DIY nos brinda un escaque en casa que nos trae relajación y, sobre todo, nos acerca un poquito a la vida que llevábamos antes de todo esto.
Sé que muchos estamos pasando por situaciones difíciles; tal vez hemos perdido algún ser querido y a muchos solo la fe en Dios nos ha ayudado a lidiar con la situación. En esta ocasión quisiera motivarte a adentrarte más en la cultura DIY. Para mí fueron los ejercicios, la belleza, y la cocina, pero para ti pueden ser otras cosas; hay un sinnúmero de actividades que podemos hacer desde casa y estoy segura de que las disfrutarás.