Tomar una copa de vino es un placer que halaga los sentidos, un pretexto para compartir entre amigos, el mejor complemento de una exquisita comida y, por supuesto, el aliado perfecto para brindar en los momentos de felicidad.
Es importante que al momento de degustar el vino se tenga información que vaya más allá de que se obtiene de la uva mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo, que se produce por la acción de levadura que transforman los azucares del fruto en alcohol etílico y anhídrido carbónico.
El vino posee una amplia variedad de sabores y aromas que son importantes tomar en cuenta al momento de su consumo. Tiene ventajas armónica con los alimentos, por lo que se habla de “maridaje”, pero también en su deleite por sí solo. Hay variedad de cepas o tipos de plantas como el merlot, el cabernet, sauvignon y el carménere, entre otros.
Aprenda a reconocerlo
Es recomendable, ante todo utilizar la vista y la observar el color. Por ejemplo, si se dan visos amarillos pálidos es probable que provenga de alguna región templada o fría. Con el olfato tenemos una segunda variable, ya que el set humano puedo reconocer unos 10,000 olores y el vino posee alrededor de 200.
Con el gusto se puede determinar si es ácido o dulce. Observando y palpando el cuerpo se puede conocer el tacto, que mostrará su vistosidad, y determinar si es robusto o medio, su temperatura y su astringencia.
Si es seco se quedará en la lengua y no tanto en el paladar, esta es una característica sobre todo de los blancos.
Los vinos adulterados se detectan cuando se percibe sabor a químicos o insecticidas. Además , es importante ver su etiqueta y la postura del corcho.
Por qué se almacena
Hay vinos “de guarda” que se almacenan por determinado tiempo para mejorar su calidad, otros deben ser tomados casi de inmediato, ya que su cuerpo no tiene fortaleza para dan”.urar mucho y se avinagran o “pican”.
Por ejemplo, los vinos blancos son de poco almacenaje, al contrario de los cabernet sauvignon, que pueden pasar años en bodegas.
Pasos para probar un vino y disfrutarlo
*NO SE DISTRAIGA
Interrumpa su conversación, concéntrese realmente en el vino que está probando. Ese vino trata de comunicarse con usted usando un lenguaje de colores, aromas y sabores. Si le presta atención no le resultará difícil desentrañarlo.
MIRE EL COLOR CONTRA UN FONDO BLANCO
El color de un vino no se aprecia mirando la copa a contraluz. Obsérvelo desde arriba, inclinando la copa (hasta donde pueda, sin que se derrame) sobre una superficie bien blanca: un mantel o una hoja de papel.
EL VINO NO SE HUELO, SE OLFATEA
Haga girar el vino en la copa para que desprenda sus efluvios aromáticos. Luego meta la nariz y detecte esos aromas.
QUE AROMAS PUEDE DETECTAR
Podrá olfatearlos siguientes aromas: solo a vino, a frutas, flores o especias, a vainilla, chocolate, tabaco o frutas secas: entonces el vino ha pasado por buenas maderas. Y pare de contar. Cuando el aroma a frutas es pleno, probablemente estará probando un tinto nuevo.
NO TOME ETIQUETAS, SINO VINO
Pruebe el vino a ciegas, sin saber qué marca está degustando. Así será una prueba imparcial, sin influencia de la publicidad, las promociones o su fidelidad a una determinada marca.
CON EL VINO EN LA NOCA, HAGA UN BUEN BUCHE
No se trague el vino derecho como quien traga con sed a pleno sol. Degústelo a pequeños sorbos, haciendo un buen buche con cada trago. Paladee, mastique el vino, piénselo en la boca.
TEMPERARURA ADECUADA Y MODAS MANIATICAS
No tome el vino blanco muy helado, con la copa empañada, como es manía para los asados o al comer mariscos y pescados; el frio excesivo achata sus aromas. En cuanto a los tintos, en los días cálidos puede refrescar suavemente algunas variedades como el Syrah, por ejemplo.