Iris Apfel, la reconocida leyenda de la moda y el diseño de interiores, falleció este viernes primero de marzo, a sus 102 años. Así lo confirmó su equipo con una publicación en la cuenta oficial de Instagram de la empresaria norteamericana.
Aptel se había convertido en un ícono de la moda reconocida por sus ropajes llenos de colores, sus gafas de pasta gruesa, su cabellera blanca y su joyería, llena de formas, texturas y colores.
Nacida como Iris Barrel en Queens, Nueva York, en 1921, era hija única de los padres judíos Samuel y Sadye Barrel.
Se describía a sí misma como una «compradora cinturón negro», que hizo su primera compra a la edad de 11 años, cuando su madre le dio US$ 25 para un vestido para Pascua. Costó US$ 12,95. Los zapatos y un sombrero haciendo juego costaron unos US$ 8. El viaje en tren de ida y vuelta costó sólo US$ 0,10.
Eran los años de la depresión. Era una cazadora de gangas, una coleccionista, una acaparadora. En 2015, le dijo a Vanity Fair que todavía usaba el vestido que había usado en la primera cita con su difunto esposo, Carl Apfel, unos 68 años antes. Él murió en 2015, pocos días antes de cumplir 101 años. En ese momento, ella lo describió como «un hombre muy generoso y muy divertido».
Se casaron en 1948 y a los pocos años fundaron Old World Weavers, una empresa que permitió a la pareja entregarse a su pasión por las telas y los viajes. Volaron entre continentes en busca de textiles antiguos para reservas de clientes que se expandieron constantemente hasta incluir a Estée Lauder, Greta Garbo y no menos de nueve presidentes de Estados Unidos.